Leishmaniosis. ¿Qué es? ¿A quién afecta? ¿Cómo se puede prevenir?

¿Qué es la leishmaniosis y dónde se produce?

La leishmaniosis (causada por protozoos del género Leishmania) es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de mosquitos infectados pertenecientes al género Phlebotomus y Lutzomyia.

Puede afectar a los animales domésticos, como perros y gatos, pero también a los humanos y a los animales salvajes. La mayoría de las veces, esta infección se encuentra en regiones cálidas y húmedas como América Latina o en países mediterráneos como España, Portugal, Italia, Grecia o el sur de Francia. Sin embargo, debido al calentamiento global y al hecho de que cada vez es más fácil viajar con nuestros acompañantes, cada vez encontramos más Leishmaniasis en las regiones más frías. Más adelante veremos cómo prevenir la enfermedad, en particular con un collar antiflebotomina.

¿Cómo se transmite?

Al igual que la enfermedad de Lyme, es una enfermedad grave de origen vectorial (es decir, transmitida por un insecto, como un flebótomo), y ataca al sistema inmunitario del perro o del gato con mayor frecuencia, pero no sólo.

Todos los perros pueden verse afectados por la leishmaniosis. Basta con que un insecto como el flebótomo se alimente de la sangre de un perro infectado de leishmaniosis. A continuación, se desplazará y cambiará de huésped (a un cachorro, un gato o su perro) para alimentarse de nuevo. Es durante esta nueva picadura que el flebótomo transmitirá la leishmaniosis.

Existen dos tipos de leishmaniosis: la llamada "visceral" y la llamada "cutánea". Esto significa que su mascota puede verse afectada en diferentes niveles de su cuerpo. Este parásito, a menudo mortal, transmitido por una simple picadura de mosquito (a veces microscópica), puede tener consecuencias muy graves para la salud de tu perro.

¿Cuáles son los síntomas clínicos?

La leishmaniosis canina es la enfermedad más común en perros grandes, medianos y pequeños. De hecho, basta con un simple paseo por el bosque o por zonas con alta concentración de parásitos y en periodos de gran actividad (sobre todo en verano) para que un perro contraiga la leishmaniosis. Aquí una serie de síntomas que en caso de que aparezcan deberían alertarte:

  • Pérdida de peso repentina
  • Pérdida de cabello y caspa
  • Hemorragias nasales
  • Anemia
  • Una marcha coja
  • Insuficiencia renal
  • Llagas, lesiones cutáneas y/o nódulos en la piel...

 

En cualquier caso, si tienes la más mínima duda o si tu perro o gato presenta síntomas similares, contacta rápidamente con tu veterinario.

¿Cómo prevenir la leishmaniosis en perros y gatos?

Como hemos visto, la leishmaniosis es una enfermedad mortal que puede tener graves consecuencias para la salud de los animales, especialmente los perros, que son los más afectados. La solución más eficaz contra la enfermedad es, por supuesto, tratar a tu mascota antes de que sea demasiado tarde. Desde hace algunos años, existen tratamientos preventivos como la vacuna contra la leishmaniosis o los comprimidos orales. Estos métodos son eficaces en la mayoría de los casos, pero nunca proporcionan una protección del 100%. También pueden tener algunos efectos secundarios que deben comunicarse a su veterinario o al fabricante.

Entre los tratamientos complementarios que puedes proporcionar a tu perro y a tu gato, están los antiparasitarios clásicos en forma de pipetas que se aplican cada mes, por ejemplo (descubre nuestras gamas Beaphar Caniguard®y Beaphar FIPROtec® Spot On) o un collar alrededor del cuello de tu perro:  Beaphar Canishield®.

Los collares para perros Canishield® de Beaphar ofrecen una triple protección a largo plazo contra los insectos portadores de enfermedades graves como la enfermedad de Lyme, la Dermatitis por Alergia a las Picaduras de Pulgas (DAPP) y, por supuesto, la Leishmaniosis. Antipulgas, antigarrapatas y antiflebótomos, estos collares desarrollados para perros son fármacos que repelen y matan los parásitos hasta 6 meses. Es adecuado para todos los perros: pequeños, medianos o grandes, a partir de las 7 semanas de edad.

Para que tu perro se mantenga sano, recuerda limitar el riesgo de exposición: evita los paseos a última hora de la tarde o a primera hora de la noche, cuando los mosquitos están más activos. Además, limita las salidas de tu perro a los bosques y arroyos, que suelen estar repletos de parásitos y para los que tu perro es una presa fácil.